Una buena manera de conseguir información sobre cómo está funcionando tu producto o qué estrategias puedes seguir para mejorarlo, es conociendo de primera mano qué opinan los clientes y qué requisitos tienen a la hora de interactuar con nuestro producto.

Entender qué necesitan nuestros consumidores finales, y tener un buen feedback de sus opiniones, es imprescindible para mejorar y adecuar nuestro producto a sus necesidades y así hacerlo más atractivo para ellos.

Los llamados Test de Usuario son una buena herramienta para conseguir comprender cómo y por qué los clientes utilizan nuestro producto.

¿Qué son los test de usuario?

Los test de usuario son un procedimiento a través del cual podemos obtener información directa sobre cómo interactúan nuestros clientes con un producto o una interfaz determinada. Esta herramienta nos permite conocer la forma que tienen los usuarios de relacionarse con nuestro producto, por qué lo hacen y qué buscan conseguir al hacerlo.

Los test de usuario se realizan en un entorno controlado donde poder evaluar, no sólo los resultados del propio test, sino también las reacciones de los participantes a la hora de responder a las cuestiones planteadas. Lo que se pretende es descubrir:

  • Cómo se relaciona el cliente con nuestro producto o interfaz.
  • Qué problemas o inconvenientes encuentran al interactuar.
  • Qué valoran positiva y negativamente.
  • Qué aspectos mejorarían.

Pasos para desarrollar test de usuario

Existen diferentes tipos de test de usuario que nos permiten obtener la información de los clientes, pero, en general, todos ellos deben seguir una serie de pautas a la hora de elaborarse:

  • Definir los objetivos del test:

Es importante tener claros los objetivos que pretendemos lograr al realizar nuestro test, de forma que podamos enfocar las preguntas y acciones del test a la consecución de dichos objetivos. Los objetivos planteados serán los que determinen el tipo de investigación que se llevará a cabo.

  • Determinar el tipo de test o investigación:

Dependiendo de los objetivos que queramos conseguir, existen distintos tipos de test que podemos plantear. Para empezar, es necesario definir si queremos realizar test presencial o en remoto. Otro aspecto a considerar es si la realización del test se llevará a cabo con un moderador que vaya indicando las pautas a seguir a los participantes o si, por el contrario, el estudio se hará sin moderar.

  • Identificar los perfiles de usuario y el número de participantes:

Determinar correctamente tanto el tamaño de la muestra de participantes como el perfil de los mismos, es importante a la hora de conseguir una información que no esté sesgada.

  • Diseñar las tareas a incluir en el test:

Las tareas que vamos a plantear a los usuarios deben estar en consonancia con los objetivos que hemos definido previamente y que queremos alcanzar. Además, estas tareas deben ser realistas y fácilmente comprensibles por los usuarios, para que puedan completarlas y darnos la mayor cantidad de información posible. Junto con la realización de tareas, también se pueden plantear preguntas o encuestas para completar aún más esta información.

  • Elaborar un estudio piloto:

Comprobar que tanto los objetivos como las preguntas y tareas formuladas, son las adecuadas, es interesante a la hora de perfeccionar nuestro test de usuario y obtener los resultados más fiables posibles.

  • Realizar el test y evaluar los resultados obtenidos:

Es fundamental explicar a los usuarios con calma y claridad en qué va a consistir el test y resolver cualquier duda que pueda surgir durante su realización.  

A la hora de evaluar los resultados obtenidos deberemos plantear también una propuesta de mejoras a llevar a cabo en nuestro producto, basadas en los resultados del test y en la experiencia de los usuarios, tanto con el producto como a la hora de realizar el propio test.

Ejemplos más comunes de test de usuario

TEST A/B.

Consiste en comparar entre un producto actual (A) frente a una versión de ese mismo producto (B). El objetivo es medir la efectividad de un determinado producto o modelo frente a otra versión del mismo.

ENTREVISTAS Y ENCUESTAS.  

Se pueden hacer tanto con preguntas tipo abiertas, con una amplia variedad de respuestas, o con cuestionarios cerrados, como valoraciones numéricas de la experiencia o del producto.

TEST DE USABILIDAD.

Consiste en que el usuario realice una serie de tareas programadas que se analizarán para evaluar los resultados. Busca que el usuario exprese sus sensaciones a la hora de testar el producto y de realizar la tarea, así como que valore su experiencia.

Realizar un test de usuario para conocer las impresiones y opiniones de nuestros clientes y poder así mejorar nuestro producto, supone una buena manera de obtener información relevante sobre lo que ofrecemos a nuestros clientes. 

Es interesante realizar este tipo de acciones desde un primer momento, para ir mejorando continuamente y ajustarnos al perfil de usuario que buscamos para nuestra empresa.

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